Ayer tuvimos cumple. Pilar lo había preparado en el salón de fuera. La chimenea estaba encendida y el olor y la calidez del fuego lo envolvía todo, como este invierno esta siendo tan raro la idea de la chimenea me pareció genial, noviembre es noviembre y punto.
La comida estaba riquisima y llena de calorías. La conversación como siempre: familia, viajes, recetas, el pleito de María, a la que por fin la Audiencia Nacional a dado la razón en la cuita que mantiene con el administrador de su comunidad ¡Bravo María! Y el futuro próximo de un pequeño murciélago que se había colado en la reunión y descansaba colgado del techo de madera. Menos mal que el salón es grande y estaba lejos de nuestro radio de acción. ¡Que cobarde soy yo para estas cosas!
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