
Últimamente nunca invito a nadie a casa, es una de las cosas a las que ha habido que renunciar estos últimos años. El otro día hice una excepción, lo prepare con esmero, íbamos a estar solas las dos. Saque una mantelería de hilo para la mesa baja, de estar guardada se notaban los dobleces, la planche... Mi mejor juego de té...
Cuando llamó a la puerta estaba todo preparado, incluido un pequeño jarrón con fresias de cosecha propia que que acababa de cortar.
Charlamos un poco... Serví el té. Me pregunto como iba el problema de mi casa y justo en ese momento en el piso de arriba tiraron de la cadena del WC...¿¿¿¿???? La vorágine fue tal que hasta las fresias se estremecieron... Los ojos de mi visita se salían de las órbitas. ¿Pero tendrás que hace algo? Y lo hice, vaya si lo hice... Me eche a llorar... llore, llore y llore, no podía parar...
Después de que se fuera recogí las tazas, ninguna de las dos habíamos probado el maldito te. (El día anterior había estado media hora en El Corte Ingles decidiendo cual sería el mejor). Me sonreí por lo idiota que es la vida y lo idiota que había sido yo...Salí a la terraza y vacié el contenido de la tetera en un rosal .Te par las rosas, ¡que ingles!
PD.-Cuando voy a vuestras casas ilustro el post con una bonita taza, un dulce o una tarta de cumpleaños. Por eso para mi merienda he buscado una taza especial... Y como hoy esta en todos los periódicos el manifiesto que se ha leído en apoyo al juez Garzón que mejor forma de terminar que con las frases que encabezan ese manifiesto:
Justicia no es sólo una palabra hermosa.
La justicia es una condición imprescindible de la dignidad humana.
La justicia es también calor, fraternidad, solidaridad con quienes han sufrido la implacable injusticia del terror...
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