
Llega la primavera. Lentamente como con vergüenza han florecido almendros, ciruelos, espliegos y mimosas. Pronto se sumaran las lilas. Desde mi ventana veo las primeras fresias que empiezan a asomar timidamente y los pequeños capullos del rosal.
Pero esta primavera viene con cambios. Es nueva, distinta y a lo mejor para bien. Ademas hay mucho todavia por hacer . Tengo que quitarme el polvo, perder el miedo y gritar gritar mucho y muy fuerte, que todos sepan, para que todos me oigan.
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